La influencia de los selfies en cirugía estética
La influencia de los selfies en cirugía estética está mitificada”. Así se ha manifestado el doctor Moisés Martín Anaya. Licenciado en Medicina en la Universidad de Salamanca y doctor cum laude en la misma Universidad. Especialista en Cirugía Plástica Reparadora y Estética.
El doctor Anaya es uno de los cirujanos plásticos de mayor renombre en nuestro país tiene una influencia internacional. Con más de 15 años de carrera profesional, ejerce como especialista en cirugía plástica y estética en el Hospital Virgen de la Paloma, Madrid.
No es la primera vez que este especialista se posiciona ante la moda de los selfies. Sin los que parece que ya no sabemos vivir. Y en torno a los cuales se ha creado toda una cultura de poses y corrientes estéticas a seguir.
‘Selfies’ vs. cirugía plástica
Moisés Martín Anaya fue uno de los primeros cirujanos estéticos que advirtió acerca de la irrupción de las selfies en las consultas de estética. Como modelo propuesto al cirujano. Desde entonces, la relación entre selfies y medicina y cirugía estética no sólo se da por hecha. Sino que, además, se aborda como un fenómeno creciente e imparable. Sin embargo hay que distinguir entre casos. Una cosa es la inyección de bótox o ácido hialurónico. Y otra es pasar por el quirófano. Decidirse por una intervención de cirugía estética suele atender por regla general a motivos menos frívolos que ser igual a un selfie en las RRSS.
Cita el doctor las intervenciones en quirófano de estética facial, como la blefaroplastia, el procedimiento que se ocupa del rejuvenecer la mirada con una eliminación o disminución de las bolsas de los ojos, así como con la corrección de las ojeras.
“Para muchos pacientes -explica Martín Anaya-, el problema del exceso de piel en los párpados puede llegar a producir problemas de visión”.
Igual sucede con la rinoplastia, que se aborda en un gran número de veces para solventar dificultades respiratorias.
Ambas, intervenciones que responden a una necesidad estética real y perentoria incluso en algunos casos.
Lo mismo podemos decir si nos centramos en corporal con la cirugía de la mama y la liposucción. Dos intervenciones top por número de demanda y “que se deben a un deseo de sentirse mejor con el aspecto físico”, aclara Martín Anaya. “También se demandan tras el parto, para elevar el pecho y para recuperar la figura, entre otros muchos casos”.
Blefaroplastia, rinoplastia, mamoplastia y liposucción se sitúan en los primeros puestos de la lista de intervenciones más demandadas que acaba de presentar la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos.
La cirugía, una demanda que no para de crecer
Según ASPS, la cirugía estética en Estados Unidos vuelve a tocar techo, con 18 millones de intervenciones en 2018, 250.000 más que el ejercicio anterior. La misma tendencia alcista ofrecen los datos en nuestro país en el periodo comprendido entre 2017 y 2018, presentados por SECPRE, con 398.350 intervenciones anuales y la coincidencia en cuanto a las operaciones solicitadas.
La influencia de los selfies en este aumento de la demanda es residual para el cirujano Martín Anaya, que achaca el auge de su especialidad en todo el mundo a “los buenos resultados que se obtienen en los quirófanos, el cual es contundente”. Según el famoso cirujano, “el paciente queda satisfecho y se producen dos fenómenos, el boca a el boca y la imitación”.