Neumología

El Mepolizumab

NUCALA es un tratamiento de mantenimiento complementario en pacientes de 6 años o más con asma eosinofílica grave (AEG). NUCALA no se usa para tratar problemas respiratorios repentinos. En concreto, a partir de este mes de diciembre, el medicamento está disponible para pacientes de tres enfermedades eosinofílicas: la rinosinusitis crónica con pólipos nasales (RSCcPN), el síndrome hipereosinofílico (SHE) y la granulomatosis eosinofílica con poliangiítis (GEPA). Para estas dos últimas enfermedades, se trata del primer tratamiento biológico aprobado en Europa. Además, también se ha autorizado para su financiación la presentación de jeringa precargada (40 mg) para niños de entre 6 y 11 años de edad con asma eosinofílica refractaria grave.

El principal promotor del crecimiento, la activación y la supervivencia de los eosinófilos es la interleucina 5 (IL-5) que, una señal esencial para el movimiento de estos desde la médula ósea hacia los pulmones. Diversos estudios indican que aproximadamente un 60% de los pacientes con asma grave presentan una inflamación eosinofílica de las vías respiratorias.

El asma eosinofílica grave es un fenotipo clínicamente reconocido de asma grave que se caracteriza por exacerbaciones recurrentes, control deficiente de la enfermedad e inflamación eosinofílica. La proliferación, maduración y activación de los eosinófilos están controladas por la interleucina 5 (IL-5)

El fármaco inhibe la bioactividad de la IL-5

Mepolizumab es un anticuerpo monoclonal humanizado (IgG1, kappa) que actúa sobre la interleucina-5 (IL-5) humana con alta afinidad y especificidad. La IL-5 es la citocina principalmente responsable del crecimiento y la diferenciación, del reclutamiento, la activación y la supervivencia de los eosinófilos. Mepolizumab inhibe la bioactividad de la IL-5 mediante el bloqueo de la unión de la IL-5 a la cadena alfa del complejo receptor de IL-5 expresado en la superficie celular del eosinófilo, inhibiendo de este modo la señal de IL-5 y reduciendo la producción y la supervivencia de los eosinófilos.

Las afecciones eosinofílicas son trastornos inflamatorios mediados principalmente por la IL-5 y asociados con niveles elevados de eosinófilos, un tipo de glóbulo blanco. La RSCcPN es una enfermedad en la que los enfermos presentan una inflamación pansinusal y desarrollan crecimiento de tejido blando en los senos nasales y paranasales, llamados pólipos nasales, que pueden producir síntomas crónicos como obstrucción nasal, pérdida de olfato y rinorrea. Los casos más graves requieren de una intervención quirúrgica. Sin embargo, tras la cirugía, los pólipos y la sintomatología asociada a esta patología crónica presentan tendencia a reaparecer.

Para el Dr. Serafín Sánchez Gómez, jefe de Servicio de Otorrinolaringología en el Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, “la llegada de mepolizumab para el tratamiento de la rinosinusitis crónica con pólipos nasales ha sido una excelente noticia tanto para los pacientes como para los profesionales, porque nos permite tratar esas poliposis nasales resistentes a los tratamientos médicos habituales y que, además, han llegado a operarse incluso varias veces y sufren recidivas y persistencia de los síntomas”.

SHE y GEPA: pueden poner en riesgo la vida de estos pacientes

El SHE y la GEPA (también conocida como Síndrome de Churg-Strauss) están consideradas enfermedades raras que pueden poner en riesgo la vida de las personas que las padecen. La inflamación puede afectar a diversos tejidos y ser causa de una variedad de síntomas que con frecuencia son graves. Los datos disponibles sugieren que, en Europa, 7.000 personas están afectadas por GEPA y más de 5.000 por SHE. Es probable que el número de pacientes con GEPA y SHE no se notifique debido a la naturaleza poco común de las afecciones y el retraso en el diagnóstico.

En palabras del Dr. Ricardo Blanco Alonso, jefe de Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, “la granulomatosis eosinofílica con poliangeítis (GEPA) se considera una enfermedad epidemiológicamente poco frecuente y terapéuticamente huérfana. Mepolizumab es el primer fármaco biológico con indicación en la GEPA. La guía EULAR (European Alliance of Associations for Rheumatology) recomienda el uso de mepolizumab en pacientes con GEPA recurrente-refractaria tanto en la inducción de la remisión como en el mantenimiento de la misma. Este fármaco consigue aumentar el porcentaje de pacientes en remisión y un efecto ahorrador de corticoides, pudiendo pautarse en monoterapia o asociado a otros inmunomoduladores. Una ventaja importante respecto a otros biológicos como los dirigidos al TNFalfa o IL-6 es que tiene un muy buen perfil de seguridad”.

Para María José Muñoz, directora médica de GSK España, “con miles de pacientes en España afectados por enfermedades eosinofílicas que resultan muy debilitantes e impactan en la vida de pacientes y familias, la llegada del primer tratamiento aprobado para cuatro de ellas es una gran noticia.

Como compañía, estamos orgullosos de poder ofrecer una alternativa que mejorará su calidad de vida”.

Evidencias científicas

La aprobación europea de las nuevas indicaciones se basó en datos de estudios pivotales que investigan el papel de la inhibición dirigida sobre la IL-5 con mepolizumab en estas enfermedades eosinofílicas. Los estudios demostraron:

• En los sujetos con SHE, mepolizumab redujo en un 50% la proporción de pacientes que experimentaron ≥1 brote o que abandonaron el estudio respecto a placebo (15 de 54 [28%] frente a 30 de 54 [56%]; p=0,002), añadido al tratamiento habitual a lo largo del periodo de 32 semanas del estudio.

• En adultos con GEPA, mepolizumab aumentó la proporción de pacientes que alcanzaron la remisión en comparación con placebo, el tiempo acumulado en remisión, así como una reducción en el porcentaje de recaídas cuando se añadió al tratamiento habitual durante un año, con un buen perfil de seguridad.

• En individuos adultos con RSCcPN y al menos una cirugía previa, de los cuales más del 70% tenían también un diagnóstico de asma, mepolizumab en combinación con el tratamiento habitual demostró mejoras significativas tanto en la reducción del tamaño de los pólipos nasales como en la obstrucción nasal tras un periodo de 52 semanas de tratamiento en comparación con el grupo placebo. Además, se observó una reducción de la necesidad de realizar una cirugía adicional hasta la semana 52.

Por su parte, la Dra. Marina Blanco Aparicio, neumóloga y responsable de la Unidad Especializada de Asma de Alta Complejidad del Hospital Universitario de A Coruña (CHUAC), apunta que “las nuevas indicaciones de Nucala para GEPA suponen disponer de un fármaco con eficacia demostrada para alcanzar el control del asma (presente casi en el 100% de estos pacientes, siendo grave en torno al 60% de los casos) y de las otras manifestaciones de la enfermedad, logrando fundamentalmente reducción o retirada de los glucocorticoides sistémicos y disminución de las recaídas. Todo ello supone una mejoría en la calidad de vida de los pacientes al permitir un ahorro considerable de otros tratamientos inmunosupresores y así minimizar los efectos secundarios”.

Los estudios epidemiológicos, clínicos y fisiopatológicos demuestran que la RSCcPN y el asma están estrechamente vinculados y, a menudo, coexisten. Además, los pacientes con GEPA habitualmente también tienen asma, que a menudo puede ser grave. Este solapamiento entre distintas afecciones eosinofílicas incrementa la importancia de conocer el complejo papel de los eosinófilos en las enfermedades.

Mepolizumab, que se aprobó por primera vez en 2015 para su uso en el asma grave eosinofílica, es el primer anticuerpo monoclonal de su clase que tiene como diana la IL-5. Se cree que funciona evitando que la IL-5 se una al receptor en la superficie de los eosinófilos reduciendo sus niveles en sangre hasta niveles normales. Un nivel normal de eosinófilos en sangre es inferior a 500 eosinófilos por microlitro. El mecanismo de acción de mepolizumab no se ha establecido definitivamente.

Nucala está disponible como una solución en una pluma o jeringa precargada o como un polvo que viene en un vial y se prepara en una inyección. El paciente (adultos y adolescentes de 12 años en adelante) o su cuidador pueden usar la pluma precargada o la jeringa de Nucala ellos mismos si su profesional sanitario determina que es apropiado y el paciente o cuidador está capacitado en técnicas de inyección, mientras que el vial es sólo para uso por un profesional sanitario.

Acerca del asma grave eosinofílica

El asma grave se define como el asma que requiere tratamiento con dosis elevadas de corticoesteroides inhalados (CIN) más un segundo controlador (y/o corticoesteroides sistémicos) para evitar que se vuelva ‘no controlada’ o que sigue estando ‘no controlada’ a pesar de este tratamiento. Los pacientes con asma grave también se suelen clasificar por el uso a largo plazo de los corticoesteroides orales (COs). En un subgrupo de pacientes con asma grave, la sobreproducción de eosinófilos (un tipo de glóbulo blanco) causa inflamación en los pulmones. La interleucina 5 (IL-5) es el principal promotor del crecimiento, la activación y la supervivencia de los eosinófilos, y ofrece una señal esencial para el movimiento de éstos desde la médula ósea hacia los pulmones. Los estudios indican que aproximadamente un 80% de los pacientes con asma grave presentan una inflamación eosinofílica de las vías respiratorias.

Acerca de la rinosinusitis crónica con pólipos nasales (RSCcPN)

La RSCcPN es una enfermedad inflamatoria crónica del revestimiento de los conductos o senos nasales que produce un crecimiento de tejido blando conocido como pólipos nasales en la cavidad nasal superior y que se caracteriza por niveles elevados de eosinófilos. Los pólipos nasales suelen aparecer en ambas fosas nasales (bilateral), afectando enormemente a la calidad de vida del paciente debido a la obstrucción nasal, pérdida de olfato, presión facial y secreción nasal. La cirugía se reserva para los casos de mayor gravedad. No obstante, los pólipos tienen una gran tendencia a volver a aparecer, lo que conduce frecuentemente a una cirugía de revisión.

Acerca del síndrome hipereosinofílico (SHE)

El SHE es un trastorno raro e infradiagnosticado, lo que hace difícil poder estimar su prevalencia general. Los sujetos con SHE tienen una sobreproducción persistente de eosinófilos. Cuando estos agentes se infiltran en determinados tejidos, provocan inflamación y daño orgánico que, con el tiempo, pueden afectar a la capacidad de los pacientes de funcionar en su día a día. Las complicaciones pueden ir desde la fiebre y el malestar hasta problemas respiratorios y cardíacos. Si no se tratan, los síntomas del SHE empeoran progresivamente y la enfermedad puede poner en riesgo la vida.

Acerca de la granulomatosis eosinofílica con poliangeítis (GEPA)

La GEPA es una patología crónica minoritaria causada por la inflamación de las paredes de los vasos sanguíneos (vasculitis) de tamaño pequeño a mediano. En la GEPA, los afectados suelen desarrollar asma de inicio en la edad adulta y, con frecuencia, rinitis alérgica y sinusitis. La GEPA puede provocar daño en los pulmones, los senos paranasales, la piel, el corazón, el tracto gastrointestinal, los nervios y otros órganos y, puede poner en peligro la vida de algunos pacientes. Los síntomas más frecuentes incluyen fatiga extrema, dolor muscular y articular, pérdida de peso, síntomas rinosinusales y disnea.

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