Guía de vitaminas y minerales

Ácido linoleico

Este ácido graso nos permite mantener nuestras defensas en forma y mantener varias funciones biológicas.

El ácido linoleico es un ácido graso poliinsaturado esencial, es decir, es necesario obtenerlo a través de los alimentos de la dieta porque el organismo no lo puede sintetizar.

¿POR QUÉ NECESITAMOS EL ÁCIDO LINOLEICO?

Se trata del representante principal de la familia de ácidos grasos omega 6 y, al igual que los ácidos grasos omega 3, son necesarios para el crecimiento y desarrollo del cuerpo porque forman parte de las membranas celulares necesarias para nuestra supervivencia y el buen funcionamiento de nuestro cuerpo.

A partir del ácido linoleico el cuerpo obtiene energía y produce otros ácidos grasos omega 6 como por ejemplo el ácido araquidónico. Además, también es el precursor de algunas sustancias mediadoras, es decir, que desempeñan roles importantes en procesos biológicos complejos en los que hay varias etapas.

En concreto, este ácido graso da lugar a moléculas relacionadas con el sistema inmune (y por consiguiente a nuestras defensas) como los eicosanoides, el tromboxano A2 y leucotrieno B4, con la particularidad que las dos últimas están relacionadas con la inflamación.

PROBLEMAS CAUSADOS POR EXCESO O POR ESCASEZ DE ÁCIDO LINOLEICO

Entre las alteraciones de salud que pueden estar producidas por el exceso o por la escasez de este ácido graso encontramos las siguientes.

Por déficit

La deficiencia de ácido linoleico es rara, y ocurre casi siempre en niños alimentados con dietas pobres en ácidos grasos esenciales.

Los síntomas de esta carencia incluyen lesiones cutáneas como dermatitis descamativa, caída del cabello y disminución del nivel de plaquetas (trombocitopenia). En los niños, el déficit de este nutriente también da lugar a retraso del crecimiento.

Por exceso

Pese a que el ácido linoleico es esencial para la salud, no se debe abusar de él. Y es que si las grasas obtenidas a través de la alimentación son mayoritariamente de la familia omega 6, se crea un entorno interno de efecto proinflamatorio.

Este medio interno con tendencia inflamatoria aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y favorece el desarrollo de otras, ya que el aumento de la presión sanguínea hace que algunas zonas de pared de vasos sanguíneos se vayan debilitando.

FUENTES PRINCIPALES DE ESTE ÁCIDO GRASO

Entre los alimentos que nos proporcionarán una mayor cantidad de ácido linoleico destacan los frutos secos y, sobre todo, los aceites de semillas (especialmente de girasol, maíz y soja) y los productos elaborados con ellos (como muchos alimentos precocinados).

Sin embargo, debes tener en cuenta que,  pesar de su apariencia ligera, estos aceites presentan muchas calorías, así que no hay que abusar de ellos en cada comida. Lo mismo ocurre con los frutos secos; para que te hagas una idea, la cantidad recomendada de nueces es algo menos de 30 gramos al día.

¿SABÍAS QUE…?

Se considera que la proporción entre ácidos grasos omega 6 y omega 3 de la dieta occidental actual es de 10:1 (incluso más: 16:1 o 20:1) lo que tiene un efecto perjudicial en la salud.

Principalmente, esto se debe al uso mucho más frecuente de los alimentos vegetales ricos en ácidos omega 6 y al escaso consumo de pescado azul.

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